Guayacan (Oviedo, Historia)

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Oviedo y Valdés, édition de 1851.

Volume 1, Livre X

CAPITULO II. Del árbol llamado guayacan, con que se cura el mal de las búas.

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Dos árboles hay muy notables y exçelentes en estas islas é aun en la Tierra-Firme; porque assi como es común el mal de las búas en todas estas partes, quiere la misericordia divina que assi sea el remedio comunicado, é se halle para curar esta dolençia. Pero aunque en otras partes se halle esta enfermedad, el origen donde los chripstianos vieron las búas, y experimentaron é vieron curarlas y experimentar el árbol del guagacan fué en esta Isla Española. El otro se llama palo sancto, y este hay en la isla de Boriquen, llamada agora por los españoles Sanct Johan ; é quando della se hable, se dirá del palo sancto. Assi que, tornando al guayacan, yo le he visto en esta y en otras islas, é también en la Tierra-Firme en la provinçia que los indios llaman Nagrando. Y pues en esta Isla Española ovieron los españoles conoçimiento deste árbol, póngole aqui, aunque en otras partes se


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halle ; é quiero deçir lo que es muy notorio, assi en las Indias como en muchas partes del mundo, donde le han llevado tras la misma enfermedad para remedio della. É hay tantos árboles guayacanes en estas Indias, que pienso yo que son menos los pinos de tierra de Cuenca, é aun todos los otros de España, en número. Es árbol aqueste muy exçelente, é innumerables veçes experimentado, assi en estas partes como en Europa, é donde de acá se ha llevado para esta temerosa enfermedad de las búas: (la qual en Italia, como en otra parte he dicho, llaman el mal françes, y en Françia el mal de Nápoles) ; y en España y en otras partes del mundo se han visto muy grandes curas que ha hecho este árbol en hombres que de mucho tiempo estaban tollidos é hechos pedaços de muy crudas llagas, y con extremados dolores. Y es esta una enfermedad de las mas desesperadas é notables é trabajosas del mundo, segund es notorio á los que desta plaga son tocados, é mejor pueden por su experiençia los tales testificar della ; é á los que Dios por su clemençia ha librado de semejante dolor, es espantable tal passion. Entre los indios no es tan regia dolençia ni tan peligrosa, como en España y en las tierras frias : antes estos indios fáçilmente se curan con este árbol. La qual cura es subjecta á mucha dieta é á beber del agua que haçen, cogiendo este palo en ella, sin la qual dieta él no aprovecha, antes daña. Poca nesçessidad hay que aqui se expresse la manera de cómo este remedio se exerçita, porque es ya muy notoria é común cosa saber usar deste palo, é también porque donde se dixere del palo sancto de la isla de San Johan, se dirá mas largo, pues lo uno é lo otro se cueçe de una manera é lo toman de la misma forma. Y están tan diestros ya en España, como acá, para aprovecharse deste remedio; pero es de tener aviso en que se procure que el palo sea fresco, quanto mas pudiere serlo. Digo fuera de las Indias, porque en ellas cada dia se puede aver é cortar del campo ; mas en España é fuera destas partes han de buscar el mas grueso, porque se seca mas tarde, é acá se ha de procurar el mas delgado, porque esté mas tierno é purgativo.

Cúranse deste mal tan fácilmente los indios, como en España de una sarna, y en menos le tienen, y ésles muy común. En aquesta isla es famoso el guayacan que se trae de una isleta que llaman la Beata, que está en la costa desta isla é çerca della, é otros quieren otro, é como les plage, lo escogen. Tiene este árbol la corteça toda manchada de verde, é mas verde é pardillo color, como suele estar ó paresçer un caballo hovero ó rodado. La hoja del es semejante á la del madroño ; pero esta es menor é mas verde, y echa unas cosas amarillas por fructo, que paresçen como si dos altramuçes juntos el uno al otro estuviessen asidos por los cantos. Es madero muy fortíssimo é pesado mucho, é tiene el coraçon quassi negro sobre pardo ; é demás de sus virtudes sírvense del en muchas cosas, assi como en los dentellones de las ruedas de los ingenios é trapiches del açúcar y en otras cosas. Mas porque la prinçipal virtud deste madero es curar el mal de las búas, é dixe que la forma de cómo se toma lo diria donde se hable del palo sancto, diré aqui otra reçepta, segund lo he visto acá usar, puesto que de suso me pensé escusar de hablar en la cura ; y es assi. Toman astillas delgadas deste palo, é algunos le haçen picar menudo, y en cantidad de dos açumbres de agua echan media libra del palo ó algo mas, é cueçe hasta que mengua las dos partes, é quítanlo del huego é reposase ; é después bebe el paçiente una escudilla de aquella agua por la mañana en ayunas veynte ó


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treynta dias ; pero de veynte abaxo no ha de dexar de beber esta agua (el que quiere quedar bien curado). Y en aquel tiempo guarda mucha dieta, é no come carne ni pescado, sino passas é cosas secas é poca cantidad, salvo solamente lo que baste á sustentar, y algún rosquete de vizcocho; y entre dia han de beber de otra agua coçida con el mismo guayacan. É desta manera he yo visto sanar á algunos enfermos, pero sin llagas: é han de estar en lugar muy guardado de todo ayre en tanto que se toma esta agua, y aun algunos dias después no se ha de alargar en salir mucho á partes desabrigadas: ni tampoco lo que para esto conviene no lo digo tan particularmente, como toman este palo ó agua del algunos, sino como yo le he visto acá haçer donde es mas fresco el árbol. El que tuviere nesçessidad no se cure por lo que yo aqui digo ; porque esta tierra es muy diferente de la de Europa, é acá es menester grandíssima diligençia para se guardar del ayre el enfermo de tal passion ; é mucho mayor cuydado debe de aver en se esconder de los ayres, donde son mas delgados é sotiles é la tierra fria. Y no debe el enfermo salir por ningún caso de una cámara muy guardada de todas partes é abrigada; é á mi paresçer el que en España se oviere de curar con este palo, ha de guardarse y estar mucho sobre aviso, assi en lo que digo que no le dé ayre, como en la dieta. Pero ya es tan usado este trabaxo en tantas partes, que están los hombres diestros en la manera que se ha de tener, para usar deste remedio. Y no es aqueste solo con el que los indios sanan é se curan ; porque son muy grandes hervolarios é conosçen muchas hiervas, é tiénenlas experimentadas para esto é para otras muchas dolencias.

Está averiguado que este mal es contagioso, é que se pega de muchas maneras, assi en usar el sano de las ropas del que está enfermo de aquesta passion, como en el comer é beber en su compañía ó en los platos é taças con que el doliente come ó bebe; y mucho mas de dormir en una cama é participar de su aliento é sudor; é mucho mas aviendo excesso carnal con alguna muger enferma deste mal, ó la muger sana con el hombre que estuviere tocado de tal sospecha ; tórnanse las personas de Sanct Lázaro, é gaphos, é cómense de cánçer. Y en estas partes é Indias pocos chripstianos, é muy pocos digo, son los que han escapado deste trabajoso mal que hayan tenido partiçipaçion carnal con las mugeres naturales desta generaçion de indias ; porque á la verdad es propria plaga desta tierra, é tan usada á los indios é indias como en otras partes otras comunes enfermedades. Pero yo he visto algunas veges á indios, en espeçial en la Tierra-Firme, que en sintiéndose mal de aquesta enfermedad, con poca sospecha della, luego continúan á beber del agua cogida con este palo, é á guardarse del uso de las mugeres por muchos dias ; porque diçen ellos que ellas son las que tienen cargo de repartir é comunicar este dolor y enfermedad, y en espeçial en la provinçia de Nicaragua, donde hay muy exçelente guayacan, assi en la provingia de Nagrando, como en otras partes de aquella tierra.